En el marco del Plan de Catedrales y en fases sucesivas, la Concatedral de Logroño está siendo restaurada desde 1998.
Tras finalizar la recuperación exterior de la linterna de la cúpula y restaurar las cubiertas, el IPCE ha realizado en 2021 la quinta fase de la restauración interior.
Uno de los trabajos ha consistido en la restauración estructural y artística de la gran cúpula ochavada con pinturas murales que su autor, José de Beges, dedicó a Nuestra Señora de los Ángeles en 1770 y la reparación de sus fisuras.
La restauración de la capilla ha incluído la sustitución del solado de granito pulido gris de los años sesenta, por mármol de Espejón color arena en dos tonos, siguiendo un diseño más congruente con la planta octogonal de la capilla y la consolidación de los retablos de Santa Lucía y San Bernabé, muy afectados por el ataque de termitas. Por último, en la capilla también se ha restaurado su magnífica cancela rococó, devolviéndola a su uso, al bajar el nivel del solado original y recuperar las dimensiones de sus batientes.
En la siguiente fase se actuará sobre el solado, humedades y calefacción del resto del templo, se proyectará una nueva iluminación con leds y se procederá a restaurar la sacristía.